Un niño de dos años recibió un hígado proveniente de un donante fallecido en asistolia, que es la pérdida total de la actividad cardíaca. Se trata de la primera intervención de este tipo en Argentina y Latinoamérica y se hizo en el Hospital Garrahan. La Ley 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células permite la donación de personas que presenten una condición irreversible tras un paro cardiaco.
El receptor del órgano fue un niño de dos años con un órgano proveniente de un donante pediátrico a corazón parado. El procedimiento se basa en la obtención de órganos para trasplante de un donante que presenta una condición irreversible tras un paro cardiorespiratorio, distinto de la muerte encefálica, también contemplada en la ley.
“Destacamos este hito de máxima relevancia que coloca al Garrahan como pionero en la implementación de las mejores y más modernas técnicas en materia de trasplante de órganos, permitiendo expandir la cantidad de donantes en una población tan necesitada como es la pediátrica”, dijo la presidenta del Consejo de Administración, Soraya El Kik, y agregó: “Esperamos que sea el primero de muchos y que en el futuro podamos incluir el uso de corazón, pulmones e intestino de donantes en asistolia controlada como los principales centros del mundo”, agregó.
Cómo es la cirugía
El procedimiento, que consiste en la ablación del órgano tras la muerte del donante y el posterior implante en el receptor, requirió la coordinación de un equipo multidisciplinario que trabajó simultáneamente en los hospitales Garrahan y Posadas, bajo la coordinación y supervisión del INCUCAI.
El operativo se inició el viernes pasado, tras haber transcurrido el tiempo reglamentario desde que se detuvo el corazón y se definió la donación y ablación, en un trabajo en el que participaron cirujanos, perfusionistas y enfermeros del equipo de ablación hepática y de cirugía cardiovascular del Hospital Garrahan, además de intensivistas, instrumentadores y coordinadores del hospital donante.
El equipo, integrado por más de 50 personas, realizó una cirugía de ablación hepática y renal, colocando una bomba de circulación extracorpórea para reestablecer el flujo sanguíneo y evaluar la viabilidad de los órganos a ablacionar, según explicaron los profesionales.
El paciente que recibió el órgano estaba internado en terapia intensiva del Hospital Garrahan desde el 20 noviembre, en un grave estado de salud, y en lista de espera de emergencia nacional sin la posibilidad hasta entonces de acceder a un donante vivo relacionado. El implante de hígado concluyó con éxito a las 18.30 del viernes. Según el parte médico. el niño evoluciona.
Qué es la donación en asistolía
Con el objetivo de incrementar la disponibilidad de órganos para brindarle respuesta a quienes esperan un trasplante y gracias al avance tecnológico, en Argentina se ha comenzado a desarrollar la donación en asistolia.
Se trata de la posibilidad de obtener órganos para trasplante de donantes cuyo fallecimiento se produjo por el cese irreversible de las funciones circulatorias. La donación en asistolia permite incrementar el pool de donantes, a partir de la definición de donante a corazón parado, cuando los profesionales junto a la familia deciden que no hay posibilidades de vida.
En esta primera etapa, se desarrolla el protocolo de donantes en asistolia controlada, pacientes en los que se ha decidido el retiro de las medidas de soporte vital o adecuación del esfuerzo terapéutico. En este sentido, «es importante destacar que el proceso de toma de decisiones respecto a adecuación terapéutica es competencia pura y exclusivamente del equipo de las unidades de cuidados intensivos en conjunto con las decisiones del paciente y/o la familia», aclararon los especialistas.
En la Argentina, la Ley 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células establece, en el artículo 36, la certificación de muerte mediante la determinación del cese irreversible de las funciones circulatorias o del cese irreversible de las funciones encefálicas, según sea el caso.
El Protocolo de Donación en Asistolia fue aprobado mediante la Resolución 327/2023 del INCUCAI, con la finalidad de implementar y normatizar en nuestro país el proceso de extracción de órganos luego del fallecimiento de una persona, certificado mediante la determinación del cese irreversible de la función circulatoria.
SC