Lula se someterá a una nueva operación para detener el flujo sanguíneo en una región de su cerebro y evitar más hemorragias como la que sufrió esta semana como secuela de la lesión que sufrió el pasado 19 de octubre tras una caída.
El procedimiento está previsto para el jueves. Los médicos informaron que el presidente de Brasil enfrentará una embolización de las arterias meníngeas, que son membranas que recubren el sistema nervioso central.
La operación busca retener el flujo sanguíneo desde el lugar deseado con un catéter, el cirujano inyecta material que obstruye la arteria y bloquea el flujo sanguíneo. La expectativa es que, como resultado, no vuelva a ocurrir un nuevo sangrado, minimizando los riesgos para Lula.
El lunes, el líder brasileño sintió fuertes dolores en la cabeza en medio de una reunión con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y el del Senado, Rodrigo Pacheco.
Lula fue operado por una hemorragia intracraneal y quedó internado en terapia intensiva
En ese marco fue traslado y operado en en el hospital Sírio-Libanês de São Paulo para una cirugía de urgencia donde le realizó una craneotomía para drenar el hematoma y quedó internado para ser observado.
La operación busca retener el flujo sanguíneo desde el lugar deseado con un catéter, el cirujano inyecta material que obstruye la arteria y bloquea el flujo sanguíneo. La expectativa es que, como resultado, no vuelva a ocurrir un nuevo sangrado, minimizando los riesgos para Lula
«Como parte del programa terapéutico, (Lula) hará un complemento de cirugía con procedimiento endovascular», indicó un comunicado del Hospital Sirio-Libanés.
Ek comunicado oficial emitido por el personal médico dice que Lula pasó el miércoles 11 de diciembre «bien» y «sin complicaciones». Durante el día, el presidente realizó fisioterapia, caminó y recibió visitas de sus familiares, mientras permanece bajo supervisión médica en la unidad de cuidados intensivos del hospital.
El equipo médico está liderado por el Prof. Dr. Roberto Kalil Filho y la Dra. Ana Helena Germoglio, quienes indicaron que darán más detalles sobre el procedimiento quirúrgico y el estado de salud del mandatario en una conferencia de prensa programada para el jueves a la mañana.
A pesar de esta situación, Lula decidió no tomarse licencia y delegó en sus principales ministros el seguimiento de los principales temas de estado. Sin embargo, las actividades oficiales se mantendrán suspendidas hasta nueva orden, priorizando su recuperación plena.