Luego de que las cancillerías de Argentina y Chile intentaran, una vez más apagar los reiterados choques entre los gobiernos de Javier Milei y Gabriel Boric, el ministro de Economía, Luis Caputo provocó una inesperada escalada al invocar a Chile para elogiar al mandatario argentino en lo que los libertarios llaman la batalla cultural.
Este jueves a la tarde el gobierno trasandino entregó una nota de protesta al embajador en Santiago, Jorge Faurie, porque Caputo acusó a Boric de ser un “comunista que los está por hundir”.
“Hoy, a las 18:15 horas, el Secretario General de Política Exterior, embajador Rodrigo Olsen, entregó formalmente una nota de protesta al embajador de Chile en Argentina, Jorge Faurie, manifestando el rechazo del Gobierno de Chile a las inapropiadas e inexactas declaraciones del ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo”, indicó la nota que llegó a Clarín.
“Todos somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios. Sobre todo en la diplomacia que busca prevenir conflictos y procura el entendimiento y la concordia. La estridencia y los exabruptos verbales son una opción miope”, escribió a su vez en X el embajador de Chile ante la Argentina, Antonio Viera Gallo, quien hoy tenía precisamente una actividad con la cancillería alrededor de la historieta de Mafalda, de Quirno, para intentar acercamientos que no se producen. La misma quedó empantanada por este cruce.
¿Qué dijo Caputo? De la nada, en una entrevista por radio Mitre, este miércoles, venía hablando de los logros económicos de la gestión actual. Y en ese contexto celebró que la gente pudiera estar comprando dólares para irse de vacaciones al exterior, que los mercados tuvieran buenos indicadores, “vuelan” sin apertura “indiscriminada”. Habló de una posible reforma tributaria para eliminar una serie de impuestos para a seis.
“El Presidente hace un laburo espectacular en eso y muchos no lo entienden, porque creen que se las agarra con los econochantas o algún periodista. Lo hace todo en pos de esta batalla cultural, que es hacer entender a la gente que no los engañen más. Después no importa quien venga en cuánto la gente haya entendido eso”, empezó diciendo y de la nada disparó que era importante dar una batalla cultural poniendo de ejemplo a Chile.
“Chile es el país de Latinoamérica que más gente sacó de la pobreza en los años 80 hasta el 2010, y descuidó la batalla cultural, esa que hoy da fuertemente Axel Kaiser” (por el libertario chileno amigo de Milei), expuso y luego expresamente habló de Boric afirmando que fruto de ese supuesto “descuido” de larga data, “hoy los gobierna prácticamente un comunista que los está por hundir” y luego siguió con otras polémicas internas como la de los millonarios bienes no declarados por el nuevo titular de la DGI, Andrés Vázquez, a quien defiende el Gobierno.
A decir verdad, Caputo buscó estar en sintonía con el presidente Milei, quien por cierto desde la campaña electoral no se refirió más con insultos directos para con su vecino. Más bien evita referirse a él. Sin embargo, la relación bilateral está muy mal porque tras oír que Boric en el G20 tuvo un discurso contra el neoliberalismo diametralmente opuesto al suyo, en contra del Estado y de lo que llama socialismo, Milei le dio la orden a su canciller Gerardo Werthein de que bajara su participación de los históricos actos que iban a tener lugar con el Papa Francisco en el Vaticano, para celebrar los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile.
Los actos con Francisco, del 5 de noviembre, se hicieron igual y por Chile asistió el canciller Alberto Van Klaveren, legisladores de ese país y el embajador en Argentina Antonio Viera Gallo. En cambio Argentina sólo envió un representante, y tampoco tuvo una presencia destacada en la navegación conjunta de ambas armadas por el canal de Beagle.
A las palabras de críticas a Caputo se unió posteriormente la ministra del Interior, Carolina Tohá. “Me parece que se está inspirando en el estilo del gobierno venezolano”, dijo por CNN Chile. La ministra Tohá es quien protagonizó una embestida contra Patricia Bullrich por los dichos de la ministra de Seguridad Argentina sobre la presencia de elementos de Hezbollah en Chile y de otras células presuntamente ligadas al terrorismo. Tohá lo negó, pero otros informes internacionales, como uno reciente del Departamento de Estado avalan los dichos de Bullrich.
A Caputo también lo criticaron por derecha en Chile, donde los insultos no son bienvenidos y donde se cuidan las formas de compararse con el exterior, algo que en diplomacia no se hace. Le pasó a Alberto Fernández cuando queriendo decir que Argentina tenía mejores números en la lucha contra el coronavirus que los chilenos recibió una dura crítica de todo el arco político trasandino.
El senador el senador Iván Moreira, de la derechista UDI dijo por Caputo: “Creo que un ministro no es bueno que haga comparaciones con la política interna de otro país. Aquí tenemos una política exterior de Estado en donde nosotros no polemizamos, menos con los países bilaterales. Sí politizamos en política exterior y en defensa de la democracia con aquellos países en los cuales existen dictaduras, como Venezuela y otros países que todavía viven en el pasado”.
Siguiendo los testimonios recogidos por el diario La Tercera, también lo criticaron el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic (PL): “El ministro Caputo, al insultar al Presidente de la República de Chile, no está insultando solo a una persona, está insultando a todo el país. Yo creo que ya es tiempo de que las autoridades argentinas se pongan serias y que entiendan que su ideología extrema que tienen no tiene por qué ponerse entre medio de una buena relación que tenemos entre ambos países”.
Mirosevic respaldó la nota de protesta enviada por el gobierno a las autoridades transandinas. “Me parece que la nota de protesta que envía el gobierno chileno es de todo sentido común, es lo que hay que hacer, es un deber hacerlo”, agregó.
Y de la centroderechista Renovación Nacional, Diego Schalper subrayó: “Yo lamento el tono que han tenido las relaciones entre Chile y Argentina que nos impidieron conmemorar los 40 años del Tratado de Paz como hubiésemos esperado, con los jefes de gobierno a la cabeza de la conmemoración. Yo espero que ambas cancillerías hagan lo que hay que hacer para mejorar el tono, porque más allá de las coyunturales diferencias que pueden existir entre los gobiernos, las relaciones con Argentina son relaciones de Estado”.
Se unieron a las criticas, el democristiano Alberto Undurraga y el “pepedeista” Raúl Soto que dijo que las declaraciones de Caputo eran “una señal de hostilidad muy irresponsable y preocupante, lejos de la tradición diplomática respetuosa y colaborativa entre dos países vecinos y hermanos como estábamos acostumbrados”.