Mientras Mauricio Macri consigue solo dos espacios secundarios en la lista violeta de la alianza con La Libertad Avanza, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, imposibilita que una figura cercana al expresidente integre la boleta porteña. El PRO ya se siente relegado en su bastión histórico.
Una alianza que pinta de violeta al PRO a horas del cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre, se profundiza la crisis interna entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y líder de LLA, vetó a Jimena de la Torre, la candidata propuesta por Mauricio Macri, quien pretendía ocupar uno de los escasos dos lugares que obtuvo el PRO en la boleta unificada.
El bloque del PRO aceptó ceder su marca y color tradicionales. Ahora, compiten bajo el sello “La Libertad Avanza” y con el color violeta, símbolo del espacio libertario. A cambio, obtuvieron sólo el quinto y sexto lugar para candidatos a diputados nacionales.
El veto de Jimena de la Torre —cuya trayectoria incluye el Consejo de la Magistratura y funciones en AFIP durante la gestión Cambiemos— marca un nuevo episodio en la sangría política del macrismo. Su reciente cercanía con Mauricio Macri, sumada a denuncias vinculadas a la llamada “mesa judicial M”, la convirtieron en persona non grata para Karina Milei.
Quiénes quedaron favorecidos
El otro lugar asegurado para el PRO podría recaer en Fernando de Andreis, exsecretario general de la Presidencia durante el gobierno de Macri y actual asesor estratégico. Su perfil bajo y vínculo histórico con la familia Macri lo coloca en mejor posición frente al filtro de LLA.
Mientras tanto, Karina Milei despliega su influencia política en la Ciudad: impulsa a Pilar Ramírez, legisladora porteña y acérrima crítica del jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, como cabeza de lista. En paralelo, se especula con la candidatura de Patricia Bullrich al Senado nacional por CABA.
El escenario político que agrava la fracturaLa decisión de Karina Milei no solo desdibujó al PRO en su propio territorio, sino que reveló la subordinación casi total de Macri frente al poder libertario.
Aunque el acuerdo firmado contempla una reciprocidad en Nación, donde Macri cede dos espacios en diputados a cambio del apoyo a LLA, en la Ciudad no hay garantías de colaboración recíproca. La desconfianza reina entre los bloques.
Karina Milei deja claro quién manda en la alianza electoral porteña. El PRO queda relegado a una posición decorativa, sin nombre ni color propio.
Macri, obligado a plegarse, se ve sin liderazgo real. La Ciudad —durante dos décadas bastión macrista— despierta como epicentro de una batalla política donde los libertarios imponen su hegemonía. La alianza electoral se fue desdibujando, y el resultado podría ser la consolidación del modelo libertario con pocos miembros del PRO que no comprometan su estrategia.