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Martín Tetaz es optimista sobre el plan económico, pero dependiendo del resultado electoral y las inversiones

El actual diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Martín Tetaz, señaló que la evolución económica del país sigue siendo incierta ante la coyuntura política y los desafíos del mercado. A juicio de sus palabras en el Modo Fontevecchia, por Net TV: “todo depende del resultado electoral y del flujo de inversiones que puedan ingresar«.

El político y economista Martín Tetaz, egresado de la Universidad Nacional de La Plata, se desempeña desde el 10 de diciembre de 2021 como diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires. A través de su trabajo legislativo, busca representar y defender activamente los intereses políticos, económicos y sociales de los ciudadanos porteños.

Lo primero que recuerdo es cuando le reclamabas al candidato a presidente Javier Milei un debate en la Facultad de Ciencias Económicas sobre el modelo económico que considerabas equivocado, inviable e insustentable.

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Sí, en realidad no hay un programa monetario; lo que existe es un plan fiscal. Todo el gobierno se basa esencialmente en la política fiscal, y eso está bien, aunque no lo hubiéramos hecho de la misma manera. Ganó él, así que puede actuar como considere. Dicho eso, falta la pata monetaria, y justamente lo que se observa estos días —hoy cede un poco la presión con el anuncio del apoyo de Estados Unidos— evidencia un esquema monetario que deja mucho que desear. Las tasas están en el 70%, hay problemas en el mercado cambiario, muchos de los cuales podrían haberse evitado.

¿Y cómo sigue? Por lo menos hasta las elecciones, estimo, no habrá grandes cambios en la política monetaria, porque con el respaldo recién conseguido de Estados Unidos la presión en el mercado cede y, por lo tanto, la economía llegará mejor al proceso electoral. Al día siguiente de los comicios, todo dependerá del resultado, pero creo que el gobierno debería abandonar el régimen de bandas cambiarias y permitir que el dólar flote y encuentre el valor que el mercado considere razonable. Una vez que eso ocurra, las tasas de interés caerán y la economía empezará a recuperarse.

¿Es optimista respecto de la situación actual? Sí, bastante. Hay mucha inestabilidad, porque no se puede usar hoy el principal precio económico para resolverla, que es el dólar. El régimen de intervención vigente no me gusta y, estimo, terminará al día siguiente de las elecciones; entonces, cuando el dólar se acomode, las tasas caerán. Esperemos que así ocurra. Después, el gobierno podría cometer otros errores; esperemos que no.

Volviendo a la pregunta, el anuncio del secretario del Tesoro no especifica la cantidad de dinero que enviarán, y todo indica que parte de esos fondos se destinará al pago de la deuda del año próximo.

El anuncio es más amplio: esencialmente, se trata del famoso whatever it takes. La idea es que la canilla esté abierta para Argentina, y el mensaje incluye varias posibilidades. Una es que Estados Unidos compre bonos argentinos al Tesoro, lo que colapsa el riesgo país y evita que el gobierno tenga que adquirirlos directamente. Esto permite que el mercado los compre por sí mismo y facilita la renovación de los vencimientos de deuda sin problemas.

Además, se ofrece un swap de divisas. Técnicamente, este mecanismo es similar al swap que se había implementado con China. Esto aliviaría un poco la presión sobre el mercado cambiario, pero, nuevamente, el anuncio, sumado a la resolución del gobierno respecto de las retenciones, alcanza para que durante este mes la tensión disminuya. De esta manera, el Tesoro de Estados Unidos no tendría que desembolsar un solo dólar. No parece que haga falta más; el anuncio por sí solo sería suficiente para destrabar el problema argentino de corto plazo.

Paralelamente, un exsubsecretario del Tesoro señaló que el total de fondos disponibles del gobierno estadounidense para el Fondo de Estabilización Mundial, es decir, para todos los países, es de solo 22.000 millones de dólares. Por lo tanto, incluso si solo se actúa con el anuncio, la cantidad de dinero disponible no solucionaría todos los problemas argentinos, pero sí alcanza para manejar la situación en el corto plazo. Esto da un mes de transición hasta poder normalizar el mercado cambiario después de las elecciones.

Creo que el gobierno está pagando caro los errores previos en la política monetaria, pero estimo que la población ya aprendió de la experiencia electoral. Espero que actúen con inteligencia; luego de los comicios, el dólar debería flotar en el nivel que corresponde sin necesidad de intervención directa del Tesoro estadounidense.

Si el dólar flota después de las elecciones, ¿qué sucedería con el traslado a precios y la microeconomía cotidiana? En realidad, no habría un salto inflacionario importante.

Cuando el dólar flota de verdad, los aumentos no generan traslados significativos, como se vio en los últimos tres meses: cuando el tipo de cambio pasó de 11 a 100, casi no hubo repercusión en precios. Por supuesto, los bienes importados subirán algo, pero en los productos transables, el impacto será menor. En Argentina, por la incertidumbre monetaria, la gente acostumbró sus decisiones al precio del dólar, incluso cuando los bienes no tenían relación con él.

Por ejemplo, si yo tenía una peluquería y cobraba $10 por un corte, aunque el dólar subiera, seguía cobrando lo mismo. Este comportamiento provocaba un traslado a precios fuerte. Con un esquema de flotación, ese efecto desaparece, y los aumentos solo afectarán los productos importados, como refleja el último dato de precios mayoristas, que subió 3,1%.

Continuando con ese análisis, los precios mayoristas ya muestran un aumento de poco más del 3%, y los componentes importados representan alrededor del 70% de los productos que consumimos los argentinos, aunque no todos. Es evidente que habrá traslado a precios; si la devaluación fuera del 20%, el impacto probablemente se limitaría al 6-7%. El resto de los bienes tendrá un efecto menor.

En promedio, no se sostendría un 1% de inflación; tal vez alcance entre 2 y 3%.

Mantengo la percepción de optimismo respecto al plan de estabilización del gobierno. Se espera que en 2026 la deuda esté cubierta con la ayuda del Tesoro y que la inflación se mantenga controlada, incluso si el dólar flota, posiblemente ubicándose entre 1.650 y 1.800.

El Financial Times publicó fuertes críticas al plan económico de Milei

Todo depende del resultado electoral y del flujo de inversiones que pueda ingresar al país. Con respaldo internacional y capitales, el precio del dólar podría estar más bajo de lo actual, equilibrando así el sector externo. Actualmente, el sector externo es deficitario, y la economía comienza a recuperarse dependiendo de las inversiones recibidas. Con capitales entrantes, el saldo se volvería superavitario, reduciendo la presión sobre el tipo de cambio. Por eso, es prematuro anticipar el comportamiento del dólar; primero hay que definir si habrá o no flujo de inversiones.

mv/mu

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