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La Morticia Addams de la tele en realidad era rubia y casi se casa con Batman: quién fue Carolyn Jones

Dos años fueron suficientes para eternizarse: cada vez más bella, Carolyn Jones fue la Morticia Addams de la tele en blanco y negro, la actriz original de ese personaje de la serie que empezó en 1964 y terminó en 1966.

Un fenómeno hecho de más repeticiones que Casado con hijos. Los Locos Addams son, fueron y serán eso. La Morticia modelo ’64, su suavidad, la actitud macabra y elegante de una matriarca indispensable.

Morticia y Homero Addams, la pareja central de «Los locos Addams» de la TV de los años ’60.

A la Morticia del ’91, la de Anjelica Huston -labios rojos, cejas mandadas para arriba- le faltaba fluidez y le sobraban romanticismo y embrujo. La posterior de Catherine Zeta-Jones en una serie de Netflix, parecía estar haciendo de Carolyn Jones interpretando a Morticia Addams.

Ojos azules

El blanco y negro de la tele de los cuatro canales no permitía advertir sus hermosos ojos azules. Carolyn fue el primer flechazo de una generación domada por gustos perfectamente hegemónicos que siguieron con nombres como Farrah Fawcett (Los Angeles de Charlie) y Linda Carter (Mujer Maravillla).

El elenco original de la serie «Los locos Addams», que décadas después volvió como películas con otros actores.

Desde el chasquido de sus dedos hasta una delicadeza gótica, la Morticia original hizo escuela con dignas imitadoras como Cher, Helena Bonham Carter o Winona Ryder.

Los Locos Addams tuvieron una magia extra y super mítica para la historia de las series: ¿a qué edad te enteraste que Jackie Coogan, el actor de El Pibe, la película de Chaplin, era el Tío Lucas?

Imposible pasar por alto el capital simbólico del personaje: ese gordo pelado que encendía una bombita de 60 watts poniéndosela en la boca, a sus seis añitos había sido el primer niño estrella de la historia del cine. Un nene que obligaba a pensar, por primera vez, en guiones escritos exclusivamente para niños actores.

Alguna enseñanza, cierta intimidación, timideces. Algo debía provocar el bueno de Coogan, en ese entonces de casi 50 años. Más insólita que su apariencia física de entonces era saber que El Pibe había llegado a la serie sometiéndose a un casting. Como cualquier hijo de vecino.

Los años y las repeticiones hicieron que empezamos a prestar cada vez más atención a Morticia. Pensar que la mujer de melena negra, larga y lacia era naturalmente rubia. Ah, y si Marlene Dietrich fue de las primeras celebridades en someterse a una rinoplastia para afinar el pompón de su nariz, Carolyn Jones también debió pasar por el quirófano. Significaba otro de los requisitos del star system que glamorizaba actores para crearles personajes a largo plazo.

Morticia ’64 era más querible que todos los murciélagos de todas las cuevas del planeta. Había llegado a su papel en Los Locos Addams a cambio de un salario digno y no mucho más. Su carrera, hasta ahí, era la de una actriz secundaria que había trabajado con Frank Sinatra y Elvis Presley.

Igual, fue nominada al Oscar como mejor actriz de reparto por una participación de apenas seis minutos en Despedida de soltero (no la remake de Tom Hanks sino Bachelor Party, la de 1957). En 1959, además, ganó un Globo de Oro como una de las actrices más prometedoras junto a otros dos nombres: Sandra Dee y Diane Varsi.

Rumbo a los Addams

Los Locos Addams se ideó como un engendro salido de la mente de Charles Addams, dibujante medio freak que practicaba humor negro en unas viñetas de la revista New Yorker. El programa de televisión, The Addams Family -tal su verdadero título- tuvo 64 episodios de 25 minutos de duración cada uno. Fueron nada más que dos temporadas.

La familia Addams, haciendo el clásico chasquido de dedos. Foto de archivo

El Adrián Suar que comenzaba a producir ejecutivamente casi todas las series de televisión de la época se llamaba Aaron Spelling. Se lo ha visto en los créditos de Starsky y Hutch, Los Angeles de Charlie, La Isla de la Fantasía, El Hombre Nuclear, Dinastía o Beverly Hills 90210.

Gracias a su valiosa intervención dentro de la industria, la señora Carolyn Jones, su esposa, habría llegado al papel más importante de su extraña carrera. La pareja duró una década larga y prácticamente se divorció en el set de grabación, cuando Morticia ya era la reina indiscutida del glamour oscuro.

Finalizada la serie, en 1966, a Jones le ocurrió aquello del encasillamiento. Lo mismo que por ejemplo pasó con Peter Falk cuando hizo Columbo. El éxito paradójicamente, te margina. A él pudo rescatarlo John Cassavetes, su amigo y padre del cine independiente norteamericano.

Carolyn Jones tuvo algunas apariciones en series como Raíces y Mujer Maravilla, aunque el rescate emotivo le llegó junto a Batman. Perdón, más que rescate, la secuela de su éxito con Morticia. El olvido llegaría más tarde.

También hablamos del Batman de la tele, de Adam West. El mismo de Julie Newmar haciendo de Gatúbela. Es pensarlo y que reaparezcan todas las onomatopeyas censuradas.

La ex Morticia fue «villana invitada» en el rol de Marsha, la Reina de Diamantes. Su papel llegó más lejos que la propia Gatúbela: casi se casa con Batman.

Carolyn Jones como Marsha la Reinta de Diamantes, a punto de casarse con Batman en un famoso episodio. Captura video

Astuta y traficando seducciones de una serie a otra, Marsha estuvo a esto de ser la esposa del Caballero de la Noche. Primero, para llegar a Batman, pérfida y traidora, había enamorado a Robin. Marsha y Batman pisaron el altar pero, ¡santos sacrificios!, la boda fue interrumpida por el inefable Alfred, mayordomo full time siempre apto para charlas motivadoras.

Un consenso reinante entre muchas fuentes indicaba que Carolyn era un encanto dentro y fuera del set. Tan querida por el equipo de Los Locos Addams que cuando el programa se canceló y pasaron a retiro la escenografía, alguien rescató el célebre sillón de ratán que coronaba el living de la primera familia disfuncional de la tele. Como muestra de agradecimiento y lealtad a su personaje, el mueble acompañó a Carolyn el resto de su vida.

Murió el 3 de agosto de 1983 en California. En algunos diarios importantes la noticia no ocupó ni 12 lineas: La actriz norteamericana Carolyn Sue Jones falleció en su casa víctima de un cáncer después de estar casi tres semanas en estado de coma. Participó en más de 30 películas y en dos series de televisión. En 1957 fue nominada para el Oscar por su interpretación en la película Bachelor Party. Sin embargo fue la televisión la que le dio mayor popularidad, gracias a su intervención en la serie de los años sesenta La familia Adams».

Había nacido un 28 de abril de 1930 en Amarillo, Texas.

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