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El mercado palpita si el plan de Luis Caputo para los próximos meses se podrá cumplir

A punto de cumplirse el primer año del Gobierno, el 2024 fue muy bueno en el plano financiero con los dólares que aportó un exitoso blanqueo que generó un círculo virtuoso que alentó la baja de los dólares financieros, con un dólar Contado con Liquidación que perforó los $1.100, y toca el valor nominal más bajo desde mayo, y una racha compradora del BCRA en noviembre. Pero con la cercanía de fin de año comienza la inquietud sobre si Argentina contará con los dólares para hacer frente a un programa financiero planteado por Luis Caputo que en 2025 luce más desafiante.

En especial, porque las reservas netas siguen siendo altamente negativas -entre u$s 6.000 y u$s8.000 millones, según distintos cálculos- y  en un escenario donde el tipo de cambio se aprecia, y la devaluación del real brasileño trae problemas en la cuenta turismo lo que impacta en el déficit de la cuenta corriente.

En ese sentido, el BCRA dio a conocer el viernes el informe de Balance Cambiario de octubre que arrojó un déficit de la cuenta corriente de u$s1.581 millones. La consultora Eco Go indicó que «este número estuvo abultado por el giro de los intereses al Banco de Nueva York para el pago de enero. Y destacó que «los viajes al exterior tuvieron su impacto en octubre: las personas humanas registraron egresos por u$s562 millones principalmente explicado por viajes, pasajes,y otros consumos efectuados en el exterior». Y en el verano se acentuará ese drenaje por la mayor demanda de quienes vayan de vacaciones a Brasil.

En este contexto, los analistas de Max Capital afirmaron que «el deterioro gradual de la cuenta corriente es el principal signo de alerta del actual programa económico, que optó por una secuencia de políticas orientadas a fortalecer la moneda, bajo la premisa de que los flujos futuros y las entradas de capitales serán suficientes para sostenerla». Sin embargo, «los pasivos pendientes del pasado representan un riesgo, lo que prolonga el cepo».

Las necesidades financieras en 2025

La consultora EconViews advirtió que «la falta de reservas es el talón de Aquiles del programa, y pensar estos escenarios es fundamental para la política económica del año que viene». Además, sostuvo que «el blanqueo funcionó como puente para compensar la ventade reservas que se hizo a mitad de año, pero el año que viene va a exigir más definiciones, en un contexto donde el tipo de cambio real sigue bajando, donde hay una mayor apertura comercial y donde el cepotodavía es un disuasivo para la entrada de capitales».

Ante esta coyuntura, EconViews remarcó: «Empiezan las preguntas sobre si Argentina tiene los fondos para hacer frente a los vencimientos de deuda del 2025. El número que ronda en el ambiente suena grande, unos 17.000 millones de necesidades financieras en dólares y 11% del PBI de la deuda en pesos».

«Las necesidades en dólares lucen más desafiantes porque las reservas son escasas y porque seguramente no es inminente el acceso al mercado externo voluntario de deuda. El monto del que hablamos es de 17.000 millones de dólares, distribuidos entre vencimientos de bonos, pagos a multilaterales e intereses», fundamentó.

A su vez, Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, estimó que «las necesidades en dólares netas estan el el orden de los 12.000 millones, y las de pesos son el equivalente a 70.000 millones de dólares, un número importante».

Por su parte, un informe de la Fundación Capital destacó que «considerando los egresos, el próximo año Argentina debe enfrentar vencimientos en moneda extranjera por unos u$s 17.500 millones entre compromisos con privados del Tesoro y BCRA».

«De estos, unos u$s5.100 millones corresponden a vencimientos con organismos multilaterales de crédito (excepto FMI), sobre los que puede asumirse un roll over del 100%».

Debe señalarse que el Tesoro ya compró el monto correspondiente al capital y los intereses de los compromisos de enero que vencían con privados. A su vez, u$s1.000 millones de los intereses a pagarse en enero, ya fueron enviados al Bank of New York Mellon.

«No se debe descartar la posibilidad de un proceso de administración de pasivos con un riesgo país en baja (que reduzca, por ejemplo, parte de los compromisos de julio). De este modo, los egresos en 2025 por vencimientos podemos estimarlos en torno a los u$s 8.500 millones», calculó.

Además, auguró que al BCRA «seguramente también se le escurran dólares por la cuenta de servicios, en un marco de tipo de cambio real que se va apreciando«.

«Actualmente, se van más de u$s 600 millones netos mensuales por la cuenta de viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta. Así, es esperable que el próximo año haya una salida por esta vía de por lo menos u$s 6.000 millones«, proyectó.

Un programa financiero de Luis Caputo desafiante: cepo, dólares y pagos

EconViews evaluó que «a menos que aparezca un cisne negro, no debería haber problema en enfrentar los pagos y cumplir el programa financiero del año que viene». Y señaló que «la deuda en pesos suma alrededor de 11% del PBI, una cifra que suena alta, pero es manejable mientras haya cepo«.

«Sin el cepo será otro partido y el Tesoro tendrá que ofrecer tasas de interés atractivas, que seguramente serán algo más altas que las actuales en términos reales. De cualquier manera, la deuda es sostenible y se va a lograr renovar los vencimientos del año que viene», aseguró.

En cuanto a las necesidades en dólares por parte de Luis Caputo, la consultora prevé que «se va a cubrir gran parte del monto con financiamiento externo, principalmente del FMI si hay un nuevo acuerdo, multilaterales y quizás algún Repo». No obstante, puntualizó que «persiste una brecha de unos u$s5,000 millones, que se amplía a u$s7.400 millones si consideramos los Bopreales (estrictamente deuda del Banco Central)».

Al respecto, la consultora especuló que «ese monto seguramente saldrá de las reservas del BCRA que deberían beneficiarse de un aumento en la inversión extranjera directa, de colocaciones de bonos por parte del sector privado, y algo también de los dólares del blanqueo que de a poco se van canalizando a reservas internacionales».

De igual diagnóstico, Baer juzgó que «no debería haber problemas» para cumplir con las necesidades financieras de 2025 «en el escenario que se plantea de equilibrio fiscal y recuperación de la economía, con tasa de interés real positiva».

En ese sentido, el presidente Javier Milei defendió el déficit cero Y prometió que en 2025, pese a las elecciones legislativas «no vamos a utilizar a hacer política monetaria y fiscal para tratar de influenciar sobre el resultado electoral». Vaya que si es nuevo», prometió.

En este contexto, Baer alegó que «los vencimientos en dólares son relativamente bajos (2% del PBI) así que no debería haber dificultades, sobre todo si se avanza en la apertura final del cepo».

Por su parte, la Fundación Capital evaluó «el exitoso blanqueo mejoró el panorama de oferta de dólares financieros», por lo que subrayó que «todo indica que el puente de dólares necesarios para transitar los próximos 11 meses está«.

«En cuanto a los ingresos, gracias al blanqueo, es esperable que se verifique un incremento en los préstamos en moneda extranjera por unos u$s5.000 millones (más del 70% de los u$s20.000 millones blanqueados e ingresados se mantienen en el sistema financiero y el potencial crediticio es de entre u$s5.000 millones y u$s10.000 millones), a lo que hay que sumarle las colocaciones de deuda corporativa (ONs en dólares)».

Asimismo, esgrimió que «se puede prever también un ingreso por un posible REPO, aquellos derivados del RIGI y otras operaciones por unos u$s4.500 millones».

También estimó que «el saldo comercial del próximo año se ubicaría en torno a los u$s14.000 millones» donde «el sector energético presentaría un balance positivo de u$s 8.000 millones y que los principales granos podrían aportar unos u$s27.900 millones en exportaciones en 2025».

Por otra parte, dado que las reservas netas son negativas tanto en EconViews como en la Fundación Capital creen que «es muy probable que se elimine el dólar blend» por el cual actualmente se canalizan el 20% de las liquidaciones a valor del CCL y le resta poder de compra de divisas al BCRA en el mercado cambiario oficial.

«Eliminar el dólar blend o reducirlo, es una de las ruedas de auxilio con las que cuentan las autoridades, que podría implicar hasta un ingreso extra de divisas por u$s 16.000 millones», calculó la Fundación Capital.

Con igual lecturas, Tobías Pejkovich, economista de Facimex Valores, opinó que «hacia 2025 creo que el equipo económico debería eliminar el blend o, al menos, reducir el porcentaje del 20%».

«Si el blend persiste el año que viene, hay u$s 18.000 millones que se no se van a cursar por el MULC en un contexto de reservas netas negativas y mayores necesidades en dólares del Tesoro«, puntualizó el especialista.

Reservas, un factor a monitorear

La Fundación Capital aseguró que «post blanqueo, los repos, los canjes voluntarios de endeudamiento público y hasta nuevas colocaciones soberanas son mucho más factibles». No obstante, advirtió que «algunos factores exógenos y endógenos pueden hacer variar los números» antes mencionados.

También aludió a la negociación de Luis Caputo por un nuevo acuerdo con el FMI, y recordó que en el programa «aún vigente restan la novena y décima revisión, en un marco de metas fiscales y monetarias cumplidas, pero no así las cambiarias» dado que la meta de reservas netas se habría incumplido en el mes de septiembre, por unos u$s2.000 millones. El Gobierno aspira a que un nuevo acuerdo con el organismo interanciona incluya fondos frescos pero algunos analistas se muestran escépticos sobre la posibilidad de conseguir un desembolso inicial de monto significativo.

«Si bien con el flamante presidente electo de Estados Unidos existe una alineación política de nuestro país y pueden lubricarse las negociaciones con el FMI, no significará un ingreso importante de divisas asegurado. Argentina deberá seguir trabajando en mostrar solvencia fiscal y un fortalecimiento de los flujos de divisas con superávit comercial e ingreso de capitales», planteó.

Entre los factores a monitorear que pueden afectar este escenario de acumulación de reservas, se encuentra el panorama internacional, al advertir que el fortalecimiento del dólar y la consecuente depreciación de las monedas de varios de nuestros socios comerciales «puede sumar tensión a la competitividad precio de nuestras exportaciones».

«Asimismo, el sesgo a la baja del precio internacional de los commodities, podría implicar un ingreso de divisas menor al previsto por la cuenta de bienes», resaltó.

También sostuvo que «existen factores endógenos: el riesgo cambiario no desaparece completamente, sino que parece correrse en el tiempo hacia después de las elecciones, frente a un tipo de cambio oficial que va a tender a apreciarse en los próximos meses».

«Con una demanda potencial de divisas elevada (depósitos y títulos en pesos en poder de las personas y empresas por más de $ 100 billones) y reservas netas que continúen en terreno negativo, en algún momento puede caer la demanda de dinero y evidenciarse una reversión del carry trade, que genere alguna presión cambiaria», alertó.

De este modo, afirmó que «resulta necesaria una agenda pro competitividad, con reducción de la presión impositiva, incremento en la productividad a través de desregulaciones y mejora logística, con una modernización laboral y expandiendo mercados a través de negociaciones internacionales».

Por su parte, Baer también mencionó entre los factores de riesgos «posibles tensiones internacionales» y acotó: «locales no veo para la primera parte del año, dependerá como viene la carrera para las elecciones de medio término».

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