Juana Repetto, hija de Nicolás Repetto y Reina Reech, lleva más de dos décadas trabajando como actriz. En los últimos años, se volvió muy activa en redes sociales, donde comparte su vida cotidiana y, especialmente, su rol como mamá de Toribio y Belisario. Separada hace tres meses, está en plena construcción de su nueva casa y, por el momento, se instaló en la casa de su madre.
La influencer en una reciente entrevista habló de todo, pero de todo lo que confesó lo que más llamó la atención, fue a la hora de hablar a que se dedica actualmente ya que «la gente no entiende y me dice, ¿de qué trabajás? Y mantenida …», esa frase resonó en sus seguidores, pero se desglosa cuando en medio de la nota, manifiesta algo que le dicen constantemente: «“La gente me dice, ¿De qué trabajás?, la gente piensa que me gusta estar como una boluda mostrando cómo me cambio la ropita»
Aunque su actividad en las redes sociales se enfoca sobre todo en la maternidad y la vida familiar, Juana Repetto admite que le cuesta mostrar su costado más social.
“Me vienen diciendo mi hermano o marcas con las que laburo que muestre también la parte social. Yo salgo con amigas, pero no ves mucho de mi vida social”, reconoce. Esa parte, dice, es donde realmente se relaja, y por eso prefiere resguardarla.
A diferencia de muchas influencers, Juana maneja absolutamente todo el contenido de sus redes por su cuenta. “Mi cuenta la manejo de pe a pa sola”, explica. Aunque tiene a alguien que se ocupa de cerrar acuerdos comerciales, aclara que nadie más accede a su cuenta: “No tengo un community manager, nadie responde un mensaje, nadie me edita un reel, nadie me pasa una idea”.
Ante las críticas que recibe, Juana es contundente: “La gente no entiende y me dice ‘¿de qué trabajás?’ o ‘mantenida…’. Trabajo de productora, editora, le pongo la cara, edito, pienso la idea, marketing, todo. Hago de community manager, lo que hace una empresa entera. Me lo organizo, me hago todo sola y es un laburo”. Además, remarca que hoy las marcas invierten más dinero en redes sociales que en otros medios, y que su contenido no es improvisado: “La gente piensa que a mí me gusta estar como una boluda mostrando cómo me cambio la ropita. ¡No! Pienso, me tomo el tiempo, me agarro la ropa, me la preparo, vestuarista, todo soy”.
Su rutina de trabajo es diaria. “Sí, aunque sea una historia”, cuenta. La constancia, según explica, es fundamental para mantener el “rating” de las redes: si baja el movimiento, también baja el alcance y eso repercute directamente en las marcas, que definen su presupuesto en base a esos números.
También se refirió a los prejuicios que enfrenta por ser hija de famosos: “Mucha gente piensa que me mantiene mi mamá, Sebastián o mi papá. ‘¿De qué trabaja?’ ‘¿Qué hacés?’ ‘¿Quién te pagó la casa?’”.
Pero aclara con firmeza: “Sí, vendí el PH y pedí prestado. Cumplo 21 años, soy mayor de edad en los medios. Hace 21 años que laburo”.