El sindicato de rama de la Industria láctea, la FTIL (Federación de Trabajadores de la Industria Láctea) está llevando al sector a la ruina.
Esta federación sindical, que integra el PIT-CNT, está realizando paros salvajes y planteos de medidas a las empresas, lo que está provocando el cierre de las mismas.
El caso Conaprole, un calvario
Conaprole confirmó el cierre de su planta número 14 en Rivera, programado para el 31 de octubre de 2025.
Este cierre afecta a unos 40 trabajadores, directos e indirectos, y ha generado tensiones con el sindicato (AOEC), que ha implementado medidas como trabajar a reglamento, causando pérdidas de leche y dificultades en la recolección.
La empresa argumenta que la decisión se basa en estudios económicos, y una caída en la venta de leche en sachet.
Conaprole propone reubicar a los 22 empleados efectivos en otras plantas, y ofrece un seguro de paro extendido durante la transición.
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Sin embargo, el sindicato ha trancado las negociaciones.
Otro caso, el Grupo Gloria
En mayo de 2024, el grupo peruano Gloria anunció el cierre de su planta de quesos en Nueva Helvecia, afectando a 43 empleados y a productores que remitían 60.000 litros de leche diarios.
La decisión fue criticada por su carácter abrupto, sin previo aviso, lo que generó rechazo de gremiales lecheras.
La responsabilidad sindical fue evidente, al hacer planteos desmedidos que encarecían innecesariamente los costos de la empresa.
Claldy, cierre por culpa del sindicato
En julio pasado, la empresa láctea Claldy anunció una reestructuración que incluye 50 despidos de una plantilla de 200 trabajadores, citando problemas de rentabilidad, fragilidad patrimonial y falta de acceso a crédito.
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Una vez más fue el sindicato el que ayudó a que la empresa entrara en números rojos, con planteos fuera de lugar y paros salvajes.
Salvajismo sindical
Los sindicatos del sector lácteo no escapan al resto de las organizaciones sindicales uruguayas practican la violencia en el apriete y el patoterismo contra el sector empresarial.
Realizan paros salvajes con reivindicaciones desmedidas, que por supuesto perjudican a los consumidores que nada tienen que ver con el asunto.
La FTIL está dirigida básicamente por el Partido Comunista, y sectores radicales del Partido Socialista y el MPP, que están radicalizados y están llevando el sector a la ruina.
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Están perjudicando a familias y empresas con radicalismos absurdos y sabotajes violentos.
La burocracia sindical parasitaria
El PIT-CNT está dirigido por la ultra izquierda radical. Son los mismos que aplauden a las narco dictaduras de Cuba y Venezuela, que tienen burócratas sindicales que pasan años cobrando el sueldo sin trabajar porque están de licencias sindical, y que han protagonizado escandalosos casos de corrupción.
Basta recordar el Sunca, donde se produjo una mega estafa de 1.200.000 dólares, y en la FUS (salud privada), donde su principal burócrata sindical, Jorge «Fogata» Bermúdez, está señalado por graves irregularidades.